sábado, 9 de marzo de 2019

8M-2019

Ayer,8M-2019,en la manifestación,sumida entre consignas,cánticos,música y bailes,también hubo instantes para mi silencio interior.Fue un día de reflexión y conexión.Allí estaban todas las mujeres que forman y formaron parte de mi vida,allí estaban "las nadies" de la historia, las "anónimos" ,todas nuestras ancestras. Meditaba de cómo la humanidad fue construida con un discurso masculino excluyendo a las mujeres de la tradición, de la historia,de lo ancestral.Arrancando ese gran saber y hacer desde la fuerza que da el poder de brindar y parir una vida. Ayer percibí cómo, poco a poco, se van desnaturalizando las posiciones patriarcales a las que nos han acostumbrado. De cómo buscamos acompañar a la sociedad en los saludables cambios de interpretación que se van gestando.
La Marcha del 8M-2019, me demostró que este movimiento no parará y que continuará creciendo y vibrando y que todas las generaciones que nos siguen y nos escuchan, aprenderán de nuestra experiencia y es nuestro deber enseñarles a honrar la VIDA...De eso se trata...
(imagen de internet)

8M-2019

Ayer,8M-2019,en la manifestación,sumida entre consignas,cánticos,música y bailes,también hubo instantes para mi silencio interior.Fue un día de reflexión y conexión.Allí estaban todas las mujeres que forman y formaron parte de mi vida,allí estaban "las nadies" de la historia, las "anónimos" ,todas nuestras ancestras. Meditaba de cómo la humanidad fue construida con un discurso masculino excluyendo a las mujeres de la tradición, de la historia,de lo ancestral.Arrancando ese gran saber y hacer desde la fuerza que da el poder de brindar y parir una vida. Ayer percibí cómo, poco a poco, se van desnaturalizando las posiciones patriarcales a las que nos han acostumbrado. De cómo buscamos acompañar a la sociedad en los saludables cambios de interpretación que se van gestando.
La Marcha del 8M-2019, me demostró que este movimiento no parará y que continuará creciendo y vibrando y que todas las generaciones que nos siguen y nos escuchan, aprenderán de nuestra experiencia y es nuestro deber enseñarles a honrar la VIDA...De eso se trata...
(imagen de internet)

sábado, 5 de enero de 2019

EPÍLOGO

Silencio y palabras deshechas. Soy Nadie en medio de la Nada. Mi silencio me escuchó, mi corazón sigue latiendo. Veo pasar la vida a través de sombras y voces que no reconozco. Postrada en mi cama he perdido la noción del tiempo, mano en garra y apretada, mi cuerpo anestesiado como larva esperando su catarsis. Salto al vacío y me sumerjo en los recónditos rincones de mi cabeza buscando aquello que no hallo. Resuenan en mi mente melodías agradables como mariposas de colores. Me veo joven, mujer fuerte y amorosa, pero sin nombre…Mielina también es mujer, sensual y devastadora cuando te abandona. Laberintos y ecos sucumben bajo mis pies. Ese túnel interminable por el que me deslizo donde me reencuentro con esos pocos recuerdos que parecen espías y apenas se dejan ver. Ya no soy dueña de mis pensamientos pero siento, vibro y observo mi mundo tan limitado. Mi piel me conecta con lo efímero, sensaciones indescriptibles, neuronas inconexas que se apagan poco a poco. Soy náufraga de mi ayer. Hoy me entrego a la Nada, al Vacío y a la Eternidad. Hoy vuelvo a ser Yo: niña, mujer, amante, madre. Como las nubes, no conozco mi rumbo, confío en el viento y me dejo fluir entregándome a mi Espíritu. Se desvanecen esos rostros que tanto amé, esas manos que acaricié, ecos de vivencias perdidas en las brumas de mi memoria. Hoy es el día. Sin miedo alzo mi vuelo y rozo el infinito con la punta de mis dedos. Fractal neuronal, cortocircuito en mi reloj que me mira de reojo. Oigo susurros, alguien llora pero mi cuerpo inerte ya descansa.

Relato presentado en el "I CONCURSO DE RELATO BREVE SOBRE ALZHEIMER". Hospital La Ribera.

EPÍLOGO

Silencio y palabras deshechas. Soy Nadie en medio de la Nada. Mi silencio me escuchó, mi corazón sigue latiendo. Veo pasar la vida a través de sombras y voces que no reconozco. Postrada en mi cama he perdido la noción del tiempo, mano en garra y apretada, mi cuerpo anestesiado como larva esperando su catarsis. Salto al vacío y me sumerjo en los recónditos rincones de mi cabeza buscando aquello que no hallo. Resuenan en mi mente melodías agradables como mariposas de colores. Me veo joven, mujer fuerte y amorosa, pero sin nombre…Mielina también es mujer, sensual y devastadora cuando te abandona. Laberintos y ecos sucumben bajo mis pies. Ese túnel interminable por el que me deslizo donde me reencuentro con esos pocos recuerdos que parecen espías y apenas se dejan ver. Ya no soy dueña de mis pensamientos pero siento, vibro y observo mi mundo tan limitado. Mi piel me conecta con lo efímero, sensaciones indescriptibles, neuronas inconexas que se apagan poco a poco. Soy náufraga de mi ayer. Hoy me entrego a la Nada, al Vacío y a la Eternidad. Hoy vuelvo a ser Yo: niña, mujer, amante, madre. Como las nubes, no conozco mi rumbo, confío en el viento y me dejo fluir entregándome a mi Espíritu. Se desvanecen esos rostros que tanto amé, esas manos que acaricié, ecos de vivencias perdidas en las brumas de mi memoria. Hoy es el día. Sin miedo alzo mi vuelo y rozo el infinito con la punta de mis dedos. Fractal neuronal, cortocircuito en mi reloj que me mira de reojo. Oigo susurros, alguien llora pero mi cuerpo inerte ya descansa.

Relato presentado en el "I CONCURSO DE RELATO BREVE SOBRE ALZHEIMER". Hospital La Ribera.

DESTELLOS




Y, de repente, vi a un señor mayor delante de mí, haciendo lo mismo que yo… Quién es?, no lo conozco… me sonríe, me acerco, se acerca él también… intento rozarlo, nuestras cabezas chocan… Y le pregunto: ¿quién eres?, ¿vienes?,le extiendo la mano y él la suya…pero sólo siento una superficie fría, lisa...mis dedos rasguñan pero no logro alcanzar su mano. Le hago señas para que cruce y se venga a mi lado… acaricio la superficie, lo miro, lleva una gorra igual que yo…
Ahora se acerca una mujer, me sonríe, me brinda su brazo, me dice que la acompañe. Su cara me es conocida… Sí, sí!!! Conozco su voz, ¡tengo su nombre en la punta de la lengua!. Su sonrisa y sus caricias me tranquilizan. No sé dónde estoy, pero con ella no siento miedo, sé que la conozco… La escucho como canta mientras paseamos. Dice que es mi hija… ¿Yo tengo hijas?...
 Voy y vengo recorriendo mis recuerdos, a veces soy un niño, otras un adolescente… No entiendo lo que me pasa: confundo nombres, veo cosas que no existen. Las palabras se han ido alejando de mí poco a poco, no existe el tiempo… Oigo ese bolero, me gusta…  Ahhh!!! Soy joven, estoy bailando con mi novia. ¡Qué guapa es!  Me gustan mucho sus ojos verdes y esa sonrisa, el aroma de su piel, sus manos acariciando las mías…
¿Dónde estoy?... Ya no hay música. Quiero irme a mi casa, mi madre me espera. Esta puerta no se abre y quiero hacer pis. Amparoooo, dónde estás? ¡¡AMPARO!! Esta no es mi casa, esta señora no es mi madre… ¿quién será? Pero me coge de la mano, me susurra un “te quiero”, besa mis labios. Y me llama Antonio, me acaricia dulcemente… Identifico ese olor que desprende su piel, la conozco…
 Ya es casi de noche, estoy cansado pero es como si no pudiera parar, mi cuerpo va solo como sin rumbo, apenas puedo respirar. Sólo quiero descansar y que esa que se hace llamar Amparo y dice que es mi mujer, que me cante y que me mire con esos ojos verdes que tanto me gustan… ¿Bailas, Amparo?, me sonríe y me sumerjo en un profundo sueño y nuestras almas siguen bailando y yo me pierdo en la letra del bolero “aquellos ojos verdes de mirada serenaaaa…”mientras mi memoria se va apagando poco a poco.

Relato breve presentado para el "I CONCURSO DE RELATO BREVE SOBRE ALZHEIMER" Hospital La Ribera

DESTELLOS




Y, de repente, vi a un señor mayor delante de mí, haciendo lo mismo que yo… Quién es?, no lo conozco… me sonríe, me acerco, se acerca él también… intento rozarlo, nuestras cabezas chocan… Y le pregunto: ¿quién eres?, ¿vienes?,le extiendo la mano y él la suya…pero sólo siento una superficie fría, lisa...mis dedos rasguñan pero no logro alcanzar su mano. Le hago señas para que cruce y se venga a mi lado… acaricio la superficie, lo miro, lleva una gorra igual que yo…
Ahora se acerca una mujer, me sonríe, me brinda su brazo, me dice que la acompañe. Su cara me es conocida… Sí, sí!!! Conozco su voz, ¡tengo su nombre en la punta de la lengua!. Su sonrisa y sus caricias me tranquilizan. No sé dónde estoy, pero con ella no siento miedo, sé que la conozco… La escucho como canta mientras paseamos. Dice que es mi hija… ¿Yo tengo hijas?...
 Voy y vengo recorriendo mis recuerdos, a veces soy un niño, otras un adolescente… No entiendo lo que me pasa: confundo nombres, veo cosas que no existen. Las palabras se han ido alejando de mí poco a poco, no existe el tiempo… Oigo ese bolero, me gusta…  Ahhh!!! Soy joven, estoy bailando con mi novia. ¡Qué guapa es!  Me gustan mucho sus ojos verdes y esa sonrisa, el aroma de su piel, sus manos acariciando las mías…
¿Dónde estoy?... Ya no hay música. Quiero irme a mi casa, mi madre me espera. Esta puerta no se abre y quiero hacer pis. Amparoooo, dónde estás? ¡¡AMPARO!! Esta no es mi casa, esta señora no es mi madre… ¿quién será? Pero me coge de la mano, me susurra un “te quiero”, besa mis labios. Y me llama Antonio, me acaricia dulcemente… Identifico ese olor que desprende su piel, la conozco…
 Ya es casi de noche, estoy cansado pero es como si no pudiera parar, mi cuerpo va solo como sin rumbo, apenas puedo respirar. Sólo quiero descansar y que esa que se hace llamar Amparo y dice que es mi mujer, que me cante y que me mire con esos ojos verdes que tanto me gustan… ¿Bailas, Amparo?, me sonríe y me sumerjo en un profundo sueño y nuestras almas siguen bailando y yo me pierdo en la letra del bolero “aquellos ojos verdes de mirada serenaaaa…”mientras mi memoria se va apagando poco a poco.

Relato breve presentado para el "I CONCURSO DE RELATO BREVE SOBRE ALZHEIMER" Hospital La Ribera

EL JUEGO DE LA OCA

Iniciando este 2019, me vienen imágenes de mis peregrinaciones por el Camino de Santiago desde 2013 hasta la ahora. Deteniéndome en  la simbología que acompañaba cada etapa que he recorrido,observé cómo cada piedra,cada enclave,cada puente tiene su sitio perfecto.Descubrí en Lizarra, concretamente en la iglesia de San Miguel Arcángel de estilo románico( y un lugar de poder para mí), el sentido iconográfico del "juego de la oca" gracias a un hospitalero italiano historiador y con varios kilómetros recorridos. Como soy tan curiosa y preguntona, en cada sitio que me paraba a descansar iba recogiendo historias y leyendas lugareñas,aparte de la bibliografía en la que iba incursionando: bestiarios, lecturas templarias, religiosas, espirituales... de cómo "el camino de las estrellas" te guiaba hasta "finis-terrae", mi tan querido Finisterre,...Y es increíble cómo este juego tiene un paralelismo con la vida. La vida como laberinto o espiral que no consiste en llegar primer@ sino llegar transmutad@ al final de nuestro peregrinaje vital habiendo superado trabas, retrocesos, dudas, encuentros, llantos, dolores, muchas risas, bailes, silencios con el fin de un aprendizaje completo. Mi último peregrinaje me llevó al principio de este juego, como me contó un señor octogenario, que son los petroglifos de Pontevedra. Como toda leyenda, tendrá su verdad y sus mentiras,claro está, ese es el encanto de peregrinar... Y allí me senté, en una de esas inmensas piedras con grabados del neolítico a descansar y a meditar un rato, en el medio del monte acariciada por la brisa atlántica en setiembre de 2018, recién iniciado el otoño, con el sendero lleno de castañas recién caídas, hojas color ocre y amarillentas desprendiéndose de las ramas, como yo me desprendía de tantas cosas, situaciones, personas. Y así, surgió este escrito  con el recuerdo de mi madre que siempre me decía: "esto, también pasará, hija!"de cómo en la vida es todo movimiento y transformación, como en la naturaleza, como en el juego de la oca.

No detengas los ciclos...
Todo es movimiento.
A veces te sientes a salvo en una piedra
firme y segura...y te lo crees?
No ves que el verano da paso al invierno?
Que después de la lluvia sale el sol?
Que la luna llena da paso a la menguante?
Que la vida es el camino a la muerte,
y para morir sólo se necesita haber nacido?
No detengas los ciclos...
Todo es movimiento.
Que sirva esto de consuelo para l@s 
que están en arenas movedizas,
para los que sufren el frío
bajo la oscuridad del bosque.
O, para aquellos que, en medio del desierto
no logran calmar su sed...
Todo es movimiento.
Porque para renacer sólo necesitamos morir.
Este ciclo también pasará porque...
Todo es movimiento.

Gracias a mi madre que, aunque esté en otro plano, siempre está a mi lado.

EL JUEGO DE LA OCA

Iniciando este 2019, me vienen imágenes de mis peregrinaciones por el Camino de Santiago desde 2013 hasta la ahora. Deteniéndome en  la simbología que acompañaba cada etapa que he recorrido,observé cómo cada piedra,cada enclave,cada puente tiene su sitio perfecto.Descubrí en Lizarra, concretamente en la iglesia de San Miguel Arcángel de estilo románico( y un lugar de poder para mí), el sentido iconográfico del "juego de la oca" gracias a un hospitalero italiano historiador y con varios kilómetros recorridos. Como soy tan curiosa y preguntona, en cada sitio que me paraba a descansar iba recogiendo historias y leyendas lugareñas,aparte de la bibliografía en la que iba incursionando: bestiarios, lecturas templarias, religiosas, espirituales... de cómo "el camino de las estrellas" te guiaba hasta "finis-terrae", mi tan querido Finisterre,...Y es increíble cómo este juego tiene un paralelismo con la vida. La vida como laberinto o espiral que no consiste en llegar primer@ sino llegar transmutad@ al final de nuestro peregrinaje vital habiendo superado trabas, retrocesos, dudas, encuentros, llantos, dolores, muchas risas, bailes, silencios con el fin de un aprendizaje completo. Mi último peregrinaje me llevó al principio de este juego, como me contó un señor octogenario, que son los petroglifos de Pontevedra. Como toda leyenda, tendrá su verdad y sus mentiras,claro está, ese es el encanto de peregrinar... Y allí me senté, en una de esas inmensas piedras con grabados del neolítico a descansar y a meditar un rato, en el medio del monte acariciada por la brisa atlántica en setiembre de 2018, recién iniciado el otoño, con el sendero lleno de castañas recién caídas, hojas color ocre y amarillentas desprendiéndose de las ramas, como yo me desprendía de tantas cosas, situaciones, personas. Y así, surgió este escrito  con el recuerdo de mi madre que siempre me decía: "esto, también pasará, hija!"de cómo en la vida es todo movimiento y transformación, como en la naturaleza, como en el juego de la oca.

No detengas los ciclos...
Todo es movimiento.
A veces te sientes a salvo en una piedra
firme y segura...y te lo crees?
No ves que el verano da paso al invierno?
Que después de la lluvia sale el sol?
Que la luna llena da paso a la menguante?
Que la vida es el camino a la muerte,
y para morir sólo se necesita haber nacido?
No detengas los ciclos...
Todo es movimiento.
Que sirva esto de consuelo para l@s 
que están en arenas movedizas,
para los que sufren el frío
bajo la oscuridad del bosque.
O, para aquellos que, en medio del desierto
no logran calmar su sed...
Todo es movimiento.
Porque para renacer sólo necesitamos morir.
Este ciclo también pasará porque...
Todo es movimiento.

Gracias a mi madre que, aunque esté en otro plano, siempre está a mi lado.

LA VENTANA INDISCRETA/COVID-19

Ya hace un mes desde que decretaron el confinamiento por COVID-19 y me ha llamado la atención la relevancia que han tomado las ventanas e...