domingo, 31 de diciembre de 2017

LA SABIDURÍA DEL "NO SABER"

Compartiendo una taza de leche calentita con café y dulces caseros navideños con una muy buena amiga, evocamos a nuestras abuelas, a nuestras madres...De la sabiduría que nos han transmitido, que tanto han trabajado y poco han podido estudiar. Por eso sonrío por dentro cuando, a veces, la gente pregunta:"¿quién eres?","qué estudios tienes?". Suelo pensar que no se trata de profesiones, de títulos colgados en la pared, del ego de ennumerar logros. La sabiduría va más allá. Nuestras ancestras nos enseñaron que el saber es lo que un@ siente, de cómo te sientes, más allá del "yo soy","yo hago"...yo,yo,yo. Nuestras madres y abuelas eran abundantes ante la escasez, porque poseían la sabiduría del vivir desde el corazón, el apreciar lo más sencillo de la vida cotidiana, sin grandes metas,pero con grandes logros: desde el saber cuidar, el saber mantener esa llama viva en la familia. Nuestra charla nos lleva a nuestras hijas, a l@s niñ@s como grandes maestr@s de vida, también, gracias a la inocencia que l@s caracteriza: esa mirada sin juicio, ese hablar noble, ese dar sin esperar nada a cambio...Y evocamos nuestra infancia (¡cómo, no en estos días!). Sacamos a nuestra "niña" y esa mirada retrospectiva nos situó en el presente, en la Navidad o la "Navidar", que le digo yo...En fin, oscurece, se nos ha acabado el café, en unos días el año se acaba. Nos abrazamos y nos depedimos y le digo "No sabemos nada, amiga...Navidad es todo el año!". Nos reimos juntas y seguimos aprendiendo. 

LA SABIDURÍA DEL "NO SABER"

Compartiendo una taza de leche calentita con café y dulces caseros navideños con una muy buena amiga, evocamos a nuestras abuelas, a nuestras madres...De la sabiduría que nos han transmitido, que tanto han trabajado y poco han podido estudiar. Por eso sonrío por dentro cuando, a veces, la gente pregunta:"¿quién eres?","qué estudios tienes?". Suelo pensar que no se trata de profesiones, de títulos colgados en la pared, del ego de ennumerar logros. La sabiduría va más allá. Nuestras ancestras nos enseñaron que el saber es lo que un@ siente, de cómo te sientes, más allá del "yo soy","yo hago"...yo,yo,yo. Nuestras madres y abuelas eran abundantes ante la escasez, porque poseían la sabiduría del vivir desde el corazón, el apreciar lo más sencillo de la vida cotidiana, sin grandes metas,pero con grandes logros: desde el saber cuidar, el saber mantener esa llama viva en la familia. Nuestra charla nos lleva a nuestras hijas, a l@s niñ@s como grandes maestr@s de vida, también, gracias a la inocencia que l@s caracteriza: esa mirada sin juicio, ese hablar noble, ese dar sin esperar nada a cambio...Y evocamos nuestra infancia (¡cómo, no en estos días!). Sacamos a nuestra "niña" y esa mirada retrospectiva nos situó en el presente, en la Navidad o la "Navidar", que le digo yo...En fin, oscurece, se nos ha acabado el café, en unos días el año se acaba. Nos abrazamos y nos depedimos y le digo "No sabemos nada, amiga...Navidad es todo el año!". Nos reimos juntas y seguimos aprendiendo. 

LA VENTANA INDISCRETA/COVID-19

Ya hace un mes desde que decretaron el confinamiento por COVID-19 y me ha llamado la atención la relevancia que han tomado las ventanas e...