domingo, 3 de enero de 2016

SEÑALES

Dicen que el Camino comienza con el primer paso y que esos pasos te muestran la dirección de tu Espíritu, sólo tienes que estar atentx a las señales y seguir hacia adelante sin mirar atrás..Cada persona llega el mundo con un mapa distinto, con rutas ocultas, con desvios, descansos, sin atajos... Y el ritmo de nuestros pasos lo marca nuestra Intuición. Si sabemos escuchar y observar, nadie nos dirá el rumbo que tenemos que tomar, sólo nuestro corazón. Seguimos las señales y a nuestro Espíritu Salvaje...La Luna , el Sol, las Estrellas, el Viento son nuestros Guías y el sonido de nuestros pasos se vuelve como un mantra poderoso que nos recuerda que estamos Aquí, haciendo nuestro Camino, para asegurarnos que nuestro Plan se cumpla y que desconectemos nuestro piloto automático. Y que hay momentos para descansar, tomar aliento, contemplar, mirar hacia adentro y observar la senda que hemos dejado atrás. A veces, nos sentimos perdidxs, no sabemos qué dirección elegir, pero continuamos y salimos al encuentro del Camino, de nuestro Plan de Ruta y vemos cómo nuestro Mapa se va dibujando poco a poco, con trazos que nosostrxs mismxs vamos marcando...En nuestro Sendero personal nos enfrentamos a nuestros miedos, lloramos las penas, nos fusionamos con el dolor porque la Vida es un camino que no siempre ofrece treguas. Es nuestro aliado y nuestro maestro y nos muestra que debemos confiar en él: no importa si llueve, si hay bruscos desniveles, eternas llanuras, sólo te pide que sigas sus Señales. El Camino te habla, te susurra, hace que tu Espíritu se expanda y vibres en tu frecuencia más alta resonando con tu presente, haciendo tu vida más ligera, más auténtica e impecable. El Espíritu del viaje nunca nos abandona, por eso hay que percibir las Señales, porque son el indicador del propósito de nuestro Plan. Toda señal está creada para seguirla: por dónde ir o hacia dónde no ir. Nuestro espíritu aventurero siempre busca experimentar y desarrollar aquellos recursos ocultos que tenemos escondidos en nuestro Alma. Las Señales nos van a conducir por senderos llenos de confusión y de caos, pero, también, nos indicarán la salida que estamos buscando, o nos pedirán que hagamos un stop, una brusca parada para hacer consciente aquello que es inconsciente, que observemos sin interrupción...Sólo es un momento de darnos cuenta y seguir nuestro recorrido atentxs a las Señales.Como dice la canción "se hace Camino al andar".

SEÑALES

Dicen que el Camino comienza con el primer paso y que esos pasos te muestran la dirección de tu Espíritu, sólo tienes que estar atentx a las señales y seguir hacia adelante sin mirar atrás..Cada persona llega el mundo con un mapa distinto, con rutas ocultas, con desvios, descansos, sin atajos... Y el ritmo de nuestros pasos lo marca nuestra Intuición. Si sabemos escuchar y observar, nadie nos dirá el rumbo que tenemos que tomar, sólo nuestro corazón. Seguimos las señales y a nuestro Espíritu Salvaje...La Luna , el Sol, las Estrellas, el Viento son nuestros Guías y el sonido de nuestros pasos se vuelve como un mantra poderoso que nos recuerda que estamos Aquí, haciendo nuestro Camino, para asegurarnos que nuestro Plan se cumpla y que desconectemos nuestro piloto automático. Y que hay momentos para descansar, tomar aliento, contemplar, mirar hacia adentro y observar la senda que hemos dejado atrás. A veces, nos sentimos perdidxs, no sabemos qué dirección elegir, pero continuamos y salimos al encuentro del Camino, de nuestro Plan de Ruta y vemos cómo nuestro Mapa se va dibujando poco a poco, con trazos que nosostrxs mismxs vamos marcando...En nuestro Sendero personal nos enfrentamos a nuestros miedos, lloramos las penas, nos fusionamos con el dolor porque la Vida es un camino que no siempre ofrece treguas. Es nuestro aliado y nuestro maestro y nos muestra que debemos confiar en él: no importa si llueve, si hay bruscos desniveles, eternas llanuras, sólo te pide que sigas sus Señales. El Camino te habla, te susurra, hace que tu Espíritu se expanda y vibres en tu frecuencia más alta resonando con tu presente, haciendo tu vida más ligera, más auténtica e impecable. El Espíritu del viaje nunca nos abandona, por eso hay que percibir las Señales, porque son el indicador del propósito de nuestro Plan. Toda señal está creada para seguirla: por dónde ir o hacia dónde no ir. Nuestro espíritu aventurero siempre busca experimentar y desarrollar aquellos recursos ocultos que tenemos escondidos en nuestro Alma. Las Señales nos van a conducir por senderos llenos de confusión y de caos, pero, también, nos indicarán la salida que estamos buscando, o nos pedirán que hagamos un stop, una brusca parada para hacer consciente aquello que es inconsciente, que observemos sin interrupción...Sólo es un momento de darnos cuenta y seguir nuestro recorrido atentxs a las Señales.Como dice la canción "se hace Camino al andar".

SÍMBOLOS

Siempre le he dado importancia a los símbolos, pero no desde un punto de vista religioso, sino, espiritual. Estas fechas navideñas están cargadas de simbología que reflejan nuestra creatividad, nuestra sabiduría y el acto de reencontrarnos con el conocimiento ancestral. Nuestros ritos son importantes para nuestro espíritu, nos hacen comprender el valor espiritual de lo que amamos, simbolizan nuestro amor incondicional, nos conectan con lo infinito, con lo profundo y sagrado. En estos días, la vida se ralentiza, todo va más despacio, es tiempo de reflexión, de orden interior, de ser conscientes de lo bueno y de lo que nos importa en nuestras vidas. Y ¿cómo se expresa todo esto?...Con el Renacimiento del Sol, para algunxs, o el de un bebé, para otrxs, con el Solsticio de Invierno (el padre Invierno o papá Noel), con el Árbol de la Vida (el famoso pino)...Cada unx de nosotrxs celebramos nuestra propia muerte y renacimiento, dejamos atrás un ciclo y nos abrimos a otro nuevo,¡no importa a qué religión pertenezcas!, sólo interesa tu Intención, tus símbolos: ese "niño interior" que renace cada año: sorprenderte por todo aquello que llega a tu vida, recuperar esa inocencia que se nos pierde en el día a día, ese Amor sin medida...
Sólo necesitamos Creer, las creencias nos inspiran y los símbolos nos protegen. En estos días, nadie es mejor que nadie y nada nos hace diferentes. Flota en el aire algo sublime que nos une y que nos hace vibrar y sonreír, a pesar de todo. Una forma de comprender que somos sólo Amor.
Por eso, como digo a las personas que me rodean, navidad son todos los días y esa
Espiritualidad debe ser un ejercicio de crecimiento, de comprensión, de compasión, de nuestra forma de ver el mundo, una forma de Ser.
El Símbolo navideño representa a la familia, las amistades, lxs que están en la distancia, lxs que ya no están entre nosotrxs, es cada idea que conforma parte de lo que somos, de lo que creamos, de lo que dejamos ir, de lo que permitimos entrar.
Los ciclos son interminables porque estamos inmersxs en una espiral que nos aleja y nos acerca, a la vez, a esa constante Renovación.
Nunca es tarde para Recordar, Celebrar, Evocar, Invocar la inspiración de lo Divino con lo eterno, con lo inocente...
Y es en ese instante de introspección, que tomamos consciencia de que el tiempo no es tan relevante y el espacio se transforma en algo fluido donde sólo tiene cabida el Amor.

SÍMBOLOS

Siempre le he dado importancia a los símbolos, pero no desde un punto de vista religioso, sino, espiritual. Estas fechas navideñas están cargadas de simbología que reflejan nuestra creatividad, nuestra sabiduría y el acto de reencontrarnos con el conocimiento ancestral. Nuestros ritos son importantes para nuestro espíritu, nos hacen comprender el valor espiritual de lo que amamos, simbolizan nuestro amor incondicional, nos conectan con lo infinito, con lo profundo y sagrado. En estos días, la vida se ralentiza, todo va más despacio, es tiempo de reflexión, de orden interior, de ser conscientes de lo bueno y de lo que nos importa en nuestras vidas. Y ¿cómo se expresa todo esto?...Con el Renacimiento del Sol, para algunxs, o el de un bebé, para otrxs, con el Solsticio de Invierno (el padre Invierno o papá Noel), con el Árbol de la Vida (el famoso pino)...Cada unx de nosotrxs celebramos nuestra propia muerte y renacimiento, dejamos atrás un ciclo y nos abrimos a otro nuevo,¡no importa a qué religión pertenezcas!, sólo interesa tu Intención, tus símbolos: ese "niño interior" que renace cada año: sorprenderte por todo aquello que llega a tu vida, recuperar esa inocencia que se nos pierde en el día a día, ese Amor sin medida...
Sólo necesitamos Creer, las creencias nos inspiran y los símbolos nos protegen. En estos días, nadie es mejor que nadie y nada nos hace diferentes. Flota en el aire algo sublime que nos une y que nos hace vibrar y sonreír, a pesar de todo. Una forma de comprender que somos sólo Amor.
Por eso, como digo a las personas que me rodean, navidad son todos los días y esa
Espiritualidad debe ser un ejercicio de crecimiento, de comprensión, de compasión, de nuestra forma de ver el mundo, una forma de Ser.
El Símbolo navideño representa a la familia, las amistades, lxs que están en la distancia, lxs que ya no están entre nosotrxs, es cada idea que conforma parte de lo que somos, de lo que creamos, de lo que dejamos ir, de lo que permitimos entrar.
Los ciclos son interminables porque estamos inmersxs en una espiral que nos aleja y nos acerca, a la vez, a esa constante Renovación.
Nunca es tarde para Recordar, Celebrar, Evocar, Invocar la inspiración de lo Divino con lo eterno, con lo inocente...
Y es en ese instante de introspección, que tomamos consciencia de que el tiempo no es tan relevante y el espacio se transforma en algo fluido donde sólo tiene cabida el Amor.

LA VENTANA INDISCRETA/COVID-19

Ya hace un mes desde que decretaron el confinamiento por COVID-19 y me ha llamado la atención la relevancia que han tomado las ventanas e...