Ayer oí este refrán tantas veces repetido: "LA INTENCIÓN ES LO QUE VALE".
Y,como todo lo que está normalizado me lo tengo que cuestionar, me puse a reflexionar sobre el significado de la palabra INTENCIÓN...
Pensando en que vivimos en un mundo lleno de dualidades, en donde necesitamos experimentar tristeza para conocer la alegría; sentir el miedo y el dolor, para descubrir la armonía y la esperanza... Sufrimos con lo que imaginamos, con lo que pudo ser y no fue y, casi siempre la realidad es otra, es la que "es"...Somos personas esclavas de lo que pensamos, de ahí la intención como motor impulsor de lo que deseamos, de lo que queremos cambiar, eso si, no exenta de dudas y temores, prestando atención a nuestros pequeños avances, vemos cómo va actuando en nuestra vida.
Todas las personas hemos experimentado alguna vez, hacer aquello que parecía imposible, como si de un lejano sueño se tratara...y,sin embargo, lo hicimos!!!!. Porque la vida está llena de energía emocional, de una aparente quietud pero dinámica, en donde nada es concreto o fijo hasta que empezamos a percibirlo.
Y,finalmente, pensé en "mi intención": esa que me aletea como una libélula en la boca del estómago cuando me surge una idea, una inspiración, la que hace que me mueva y baile con la vida y con el corazón, esa que logra que mi mente viaje sin destino concreto. Esa, que para mí, es como un imán que atrae y hace realidad todo lo pienso y siento y, que después, puedo compartir con los demás...(Ah!el dibujo es mío, producto de la intención...jeje).
